Cine a conciencia

Si el cine no existiese habría que inventarlo, inventarlo no solo para verlo, sino para entenderlo, porque no es lo mismo ver una película que comprenderla. Ni es lo mismo ver cine que películas.
Las siguientes películas están analizadas desde la perspectiva de la conciencia y del crecimiento personal. Esperamos que te lleguen y las disfrutes.

Revista Tant
Alabama Monroe
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    Análisis de José Escánez
    La película cuenta la historia de amor entre Elise y Didier. Ella tiene una tienda de tatuajes, él toca el banjo en una banda. Es un flechazo, un amor a primera vista a pesar de sus diferencias. Él es ateo convencido y un romántico ingenuo. Ella tiene el cuerpo plagado de tatuajes y los pies en el suelo. La felicidad de ambos se completa con la llegada de la pequeña Maybelle.

    Una terrible realidad va a dominar todo lo que vienen construyendo los protagonistas. Expectativas, cambios, proyectos, rutinas, calmas y alegrías se verán tornadas por una desgarradora guerra frente a aquello que les ha tocado vivir. Son inevitables las contradicciones internas y externas, desde la repudia a cualquier tipo de fe hasta la más absoluta ceguera ante lo que puede resultar evidente. Al fin y al cabo, la realidad siempre se impone, y ni la aceptación de la misma, ni tan siquiera una actitud resignada, producen los efectos deseados.

    Aunque en principio la pareja puede hacer frente común ante las circunstancias (“Hagamos un trato, las lágrimas para casa”), no pueden evitar actuar de forma diferente ante el dolor que cada uno siente, aflorando culpas, resentimientos y reproches (“La vida no es así, no es tan generosa. No podía durar”). Y puede que, aunque se siga amando, resulte imposible continuar, pues nada se percibe igual tras un periodo de intensa aflicción, algo se transmuta y no hay vuelta atrás.

    Aunque trágica, es una historia que merece la pena ver. Muy alejada de los dramas baratos, muestra como pocas la descomposición de una pareja por los avatares de una terrible realidad. El amor entre los protagonistas se palpa, traspasa la pantalla y te lo crees, lo disfrutas. Sin caer en el sentimentalismo fácil hay innumerables gestos de emoción pura durante una historia que está contada de forma no lineal, saltando de unos momentos a otros de la relación, en un ritmo y coherencia que redundan aún más en el carácter cercano e íntimo que destilan los personajes. Esta historia de amor personal y dura hará reír y llorar por igual, ya que no hay subida sin bajada, con unos personajes y un entorno que tienen imán para emocionar.

    La música forma parte de la película como un elemento más, se introduce a través de algunos ensayos y actuaciones de la banda de Bluegrass en la que Didier toca el banjo, dando lugar a una banda sonora más que espléndida, con canciones cantadas por los propios protagonistas.

Revista Tant
Le week-end

“Le Week-End”, 2013, es un drama romántico dirigido por Roger Michell y excelentemente protagonizado por Jim Broadbent y Lindsay Duncan, en el que se narra la historia de Nick y Meg, una pareja de maduros profesores británicos, con los hijos ya independizados, que deciden regresar un fin de semana a la romántica París para intentar revitalizar su matrimonio. 

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    Análisis de José Escánez
    Con este punto de partida, en la película se cuenta de forma realista y agridulce los pormenores de la relación que mantiene esa pareja de sesentones tras muchos años de matrimonio. Fuera de su entorno habitual, hay temas afilados entre ellos que van saliendo a lo largo del fin de semana, definiendo poco a poco roles, resistencias, resentimientos y miedos comunes e individuales de ambos (“Dame otra oportunidad y te prometo que esta vez será más divertido”). La brillante interpretación de los actores, junto con el realismo de sus escenas, no deja impasible a los que elegimos verla. Los momentos divertidos se van sucediendo con los delicados de forma tan sutil que crea una miscelánea de sensaciones reales (“No se puede amar y odiar a la misma persona en el espacio de cinco minutos, según mi propia experiencia”). Todo ello con la realización de una disección del mundo de la pareja que plantea cuestiones que no resulta excesivamente oscura ni resplandeciente, planteando cuestiones que van desde la infidelidad hasta el mito del amor eterno.
    Por mi parte, merece especial mención la interpretación de Jeff Goldblum, genial en su papel de ganador o triunfador vital, así como lo exquisito del contraste entre tensión y distensión de algunas de las secuencias finales.

Revista Tant
Pina

En “Pina”, de Win Wenders, el director homenajea la figura de la coreógrafa alemana Pina Bausch, a través de los integrantes de su compañía de danza y una muestra de sus coreografías. A modo de documental, mientras los bailarines cuentan ante la cámara anécdotas sobre ella, se desarrollan danzas en surrealistas escenarios urbanos y naturales, interactuando en algunas de ellas con elementos como el agua o la tierra, y ataviadas con músicas delicadamente escogidas en perfecta consonancia con lo evocador de las imágenes.

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    Análisis de José Escánez
    De esa miscelánea de estampas y sonidos, como si se tratase de una relación perfecta entre cine y danza, surge un espectáculo pleno de belleza y brillantez donde se manifiestan el encuentro, la tristeza, el dolor, la alegría, el desencuentro, la confianza, la angustia, el juego, el amor y el miedo. Todo sin mediar palabra, desde la pasión y sensualidad con que lo imaginaron los curiosos, huidizos y a veces cansados ojos de Pina. 
     
    Rodada en 3D, la cámara funciona como un integrante más de la compañía. Se acopla para permitir apreciar la expresividad desde su centro mismo y los rostros de los bailarines en pleno ejercicio dramático, obligando al espectador a lidiar con sus emociones junto a las dinámicas internas de las coreografías.
     
    El universo Pina queda así recreado con singular profundidad, reflejando cómo ella concebía la vida, a través de su pasión por la belleza y el movimiento, sin importar edad, condición física o experiencia. Las emociones que desatan sus creaciones nos alejan por momentos de la negatividad, la queja y el conflicto, y nos acercan a los demás. Los cuerpos están separados, y sin embargo son uno a través de la danza y se solapan con el entorno. Alabamos a Pina y su búsqueda incansable de lo bello para mostrar esas emociones, aplaudimos a todos los que han realizado ese fastuoso homenaje y nos aplaudimos a nosotros mismos por compartir su trabajo, y hacer posible ese instante en que el ruido desaparece para dar paso a agitaciones fascinantes que surgen desde lo profundo del ser.
     
    Y es casi necesario hacerlo porque hoy día no es fácil mantener esa pasión por la belleza, la frustración se encuentra agazapada en cada recodo del camino. Pina la mantuvo, consagró su mirada a esa búsqueda. Ese fue su crimen y cumplió su particular condena por ello. También la causa de su brillante legado que sigue emocionando y que seguiremos aplaudiendo.

    “Tanzt, tanzt, sonst sind wir verloren” (Danzad, danzad, o estaréis perdidos). Pina Bausch

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Los descendientes

La película indie "Los Descendientes", trata la pérdida y la mentira. Un apacible abogado (George Clooney) se hace cargo de sus dos hijas cuando su mujer entra en coma por un accidente. Según su director, la historia trata de poner a un padre ausente y tranquilo al frente de la educación de dos adolescentes en una circunstancia familiar límite. A partir de ahí, ese progenitor sereno se enfrenta a situaciones cada vez más inverosímiles con sorprendente aplomo y tranquilidad.

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    Análisis de José Escánez
    Incluso cuando tiene que asumir que no conoce a su familia tanto como cree y que su matrimonio está salpicado por la mentira.
              Aún así, no solo no pierde la compostura sino que actúa de forma inusualmente impávida frente a la traición. Tiene escasos conatos de rabia, y en uno de ellos intenta extraer detalles. No es su intención, pero aún así los averigua y se encuentra con medias verdades, quizás la peor de las mentiras. Siempre que se dan detalles de una traición interviene de nuevo la mentira. Van de la mano, son parte intrínseca la una de la otra. "Quiero que seas absolutamente sincero conmigo, ¿Lo hicisteis en mi cama?... No, te lo juro... Bueno, una... quizás dos veces".
              Los demás personajes también pierden cosas, desde la memoria hasta la inocencia, y algunas grandes expectativas económicas. Incluso el lugar donde se desarrolla la película (Hawai), corre peligro de perder una zona virgen por su venta a una promotora. Todos se alteran por esas pérdidas debiendo recomponer sus vidas, incluso el impasible Clooney.
              Se me ocurre que el personaje principal podría ser cualquiera en cualquier lugar, y que la película pudiera estar concebida como mecanismo de manipulación emocional para los que se sienten estafados por la tan manida crisis, con un mensaje subliminal de amansamiento: "Si, es verdad, no es una crisis como tal, es una estafa a nivel desorbitado. Pero hay que tomárselo con calma y tranquilidad, todo el mundo ha perdido en esta historia, incluso los más adinerados. Es hora de aceptarlo, revisarse y recomponerse, y de aprender determinadas lecciones. Entre ellas, que nunca se conoce lo suficiente a las personas que te rodean, con las que trabajas y en las que confías. De hecho, no te conoces lo suficiente ni a ti mismo. Tampoco preguntes sobre los detalles, pues te vas a encontrar con mentiras que te perjudicarán más, y te volverán más desconfiado. Sigue adelante y valora lo que tienes ahora. Pero hazlo de forma serena, sin ruido, y sobre todo sin ocasionar ningún desorden".
              O puede que solo sea una película más sobre la pérdida y la mentira con oportunos toques de humor, una escogida banda sonora y considerables interpretaciones, que podrá gustar o no precisamente por el acogimiento individual de la parsimonia con que el protagonista encaja las situaciones. 

Revista Tant
¡Olvídate de mí!

En la película “¡Olvídate de mí!” (2004), el guionista Charlie Kaufman plantea si es posible arrastrar sobre nuestros hombros cada una de nuestras experiencias, cada uno de nuestros errores, cada uno de nuestros hallazgos...

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    Análisis de José Escánez
    ... o por el contrario es preferible y posible hacer de vez en cuando borrón y cuenta nueva, empezar de cero, olvidar, hacer como si nada pasó y seguir adelante. Y lo hace en una trama acerca de las decisiones y elecciones que definen nuestras identidades, mientras cuenta una tierna historia de amor entre Joel (Jim Carrey) y Clementine (Kate Winslet).
    Ambos personajes se encuentran por casualidad. Él es tímido e inseguro. Ella es avasalladora, impulsiva y también insegura. Se aman sin ninguna razón. El comienzo sólo muestra indicios, pistas sueltas de lo que luego sucederá, contado sin prestar demasiada atención al orden de los sucesos. De repente, un plano muestra a Joel en su coche, desencajado, impotente, incrédulo... Y sin Clementine, obviamente la causa de su pesar. Difícil de explicar y de entender, pero sucedió que de un momento a otro los recuerdos de ella se vaciaron de su imagen. Sin otra opción que resignarse a eso, Joel no puede comprender ni aceptar lo que le pasa: ella ya no sabe quien es él, porque en el mundo en que se desarrolla la trama es factible obtener, a través de ordenadores y cables conectados al cráneo, un mapa de los recuerdos del cerebro humano y neutralizarlos de tal modo que pasen al olvido definitivo.
    Más allá de los distintos sucesos, de sus idas y venidas, de sus momentos de humor, misterio y romance, la película no cesa de plantear preguntas. Lo más interesante es que esas cuestiones no son únicamente hacia fuera (al espectador) sino hacia adentro, tanto desde su lugar de historia como desde su lugar de texto. Kaufman crea un relato que podría definirse como una mentira tranquilamente creíble. Ese es su gran mérito, porque a partir de esa construcción verosímil invita al espectador a plantearse también sus preguntas, a tratar de visualizar los acertijos que merodean su alma. Su avidez de diálogo, su ambiciosa pretensión de trascender la pantalla, de ironizar sobre su propia condición de real e irreal a la vez, consiguen una incesante acumulación de sensaciones y pensamientos que acompañan los desesperados intentos de Joel por reencontrarse con su amor perdido.
    Si bien es lo suficientemente amplia para disparar en la cabeza de cada espectador planteamientos diferentes, "¡Olvidate de mí!" pone de manifiesto una idea que pareciera asomarse en cada historia de Kaufman: lo real no es más que una construcción del hombre. La realidad, por lo tanto, no es una e infinita –la vida así sería demasiado estática y aburrida–, sino que tan sólo es una explicación convincente de las cosas que pasan, por muy absurda que parezca.

    La pérdida del equilibrio entre corazón y mente lleva a la pérdida de la “verdad”, y solo Justin, unificación de ambos aspectos por parte de abuelo y padre, puede encontrar esa verdad que todos han perdido. En el camino se encontrará con esa pasión en forma de una camarera y una mente aparentemente perturbada en forma de de mago, que le ayudarán a completar las cualidades necesarias para cumplir su misión.

    Comentar estos aspectos con los niños tras la película les puede servir para desarrollar la mirada simbólica y comprender mejor el mensaje. El CINE puede ser una gran experiencia de aprendizaje en valores.

    Una frase de cine: “Ningún gran artista ve las cosas como son en realidad; si lo hiciera dejaría de ser artista.” Oscard Wilde.

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Los últimos días

Los hermanos Pastor entretienen, y mucho, con “Los últimos días”. Siguen la línea de los filmes apocalípticos que ya empezaran con su primera película, “Infectados”, realizada en tierras americanas. En este caso se inventan un virus que se generaliza entre los humanos y que hace que todos se vean incapacitados para salir de los edificios...

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    Análisis de José Escánez
    Los directores cuentan que el argumento se les ocurrió mientras montaban su primer largo en Nueva York, observando los grandes edificios de oficinas iluminados noche y día, como grandes islas, con gente trabajando a todas horas.

    La trama se centra en Barcelona, y en la historia de dos de los empleados que quedan atrapados en una inmensa oficina cuando se produce lo que podríamos llamar el incidente. Y ambos, antagónicos en la vida normal, se ven abocados a unir sus esfuerzos para intentar dar con los que han dejado fuera a través de lo que ha quedado en la existencia subterránea de la ciudad. El metro, las alcantarillas y el interior de los edificios son el entorno en el que se verán forzados a permanecer unidos para cubrir sus nuevas necesidades y hacer frente a los nuevos moradores. Y ello pese a sus diferencias, que no son pocas.

    José Coronado, Quim Gutierrez y Marta Etura, hacen más que creíble la historia a nivel emocional. Los medios técnicos, la puesta en escena y el ritmo hacen que el mensaje pretendido quede claro: el progreso conlleva cierta pérdida de humanidad, una individualización hacia cotas insospechadas, haciendo que en cierta medida cada persona se haga fanática de sí misma, olvidándose de los demás.

    Como dice el personaje de Quim Gutierrez, “está pasando algo y no nos hemos dado cuenta”. Puede que ese algo, siguiendo la línea del mensaje del film, lo veamos todos los días cuando ya nos resulta habitual ver que muchas personas están más atentas a su móvil que a lo que les rodea (incluso cuando están en pareja, en un restaurante, paseando, en una reunión, o en definitiva acompañadas). De otro lado, muchos hemos estado horas y horas pegados a la tele, a un video juego o a una red social. Todo lo cual puede resultar bastante entretenido, como también lo es salir a la calle, porque en algún momento se debe mirar al exterior, contactar realmente con otros, sin la comodidad que puede proporcionar un teclado o una pantalla de por medio. Porque puede que, tal y como se aventura en la película, esa comodidad o confort desde el que se mira al mundo y a los demás, se convierta en un hábito ciertamente dañino, una especie de adicción, y que romperlo suponga hacer frente a algo mucho más turbador que un miedo.

    Espero que el propio discurrir de la naturaleza haga que todo siga siendo. Así que mando este artículo y salgo a la calle. A tomar el aire y mirar a los ojos de la gente, por si acaso.

Revista Tant
Los Croods

Esta película de animación, de 98 minutos de duración, es una película con lectura para niños, pero también con una lectura para los adultos.
La película trata de una familia de cavernícolas que viven según unas “normas” que hay que cumplir para “sobrevivir”.

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    Análisis de José Antonio Sande
    El padre de familia establece las normas y las transmite a través de historias que cuanta a todo el clan. Estas historias “programan” el miedo como un factor emocional imprescindible para la supervivencia, así que todos viven manteniéndose fieles a esas rutinas que les dan seguridad. Todos salvo la hija mayor, cuya tendencia natural es saltarse las normas.

    Todo se complica cuando la hija se encuentra con un chico de otro clan y más evolucionado, cuyo principio es no vivir en el miedo y en la repetición sino avanzar en la búsqueda de la luz. El choque entre las dos filosofías de vida dará lugar a una serie de cambios en el clan de los Croods.

    La clave para ver la película “con conciencia” está en atender a cómo las normas inmovilistas y basadas en el miedo mantienen a la familia bloqueada y fuera de la evolución y cómo cuando empiezan a saltarse sus normas y a abrir su mente a nuevas formas de ver, sentir y vivir, comienzan a evolucionar y a crecer. El miedo nunca va a dejar de existir, pero podemos utilizarlo como un ancla que nos detiene o como un remo que nos impulsa. Nosotros elegimos.

    El CINE no solo es divertimento, es un medio de aprender, para sentir y para vivir nuevas experiencias. En el caso de los niños y niñas, se puede utilizar para educar y para hacer llegar a sus pequeños cerebros la información de una manera divertida y didáctica. No lo desaprovechemos ni dejemos que la televisión y sus programas basura contaminen la mente de nuestros hijos. El cine, bien empleado, puede ser una manera preciosa de comunicación, aprendizaje y relación entre padres e hijos.
    Un saludo.

Revista Tant
El lado bueno de las cosas

Película del año 2012 y de 122 minutos de duración.
Protagonizada por Jennifer Lawrence (premio Óscar por su interpretación), Bradley Cooper (un papelazo) y Robert de Niro, habla de la locura en la que cualquier persona vive sin ser consciente de ello.

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    Análisis de José Antonio Sande
    En principio parece que los locos son los dos protagonistas. Ellos hablan de su locura, de su medicación, de sus problemas, pero a medida que transcurre la película se puede observar cómo los demás personajes también viven en su propia locura aunque no sean conscientes de ello o no lo acepten. El padre de él es obsesivo, la madre sufridora, el amigo solo vive para concederle a su mujer todos los caprichos, la mujer de este necesita aparentar, el policía es un intolerante… cada uno muestra su propia locura. Sin embargo no se medican, no han estado internados, ellos son “normales”, los locos son la pareja protagonista.

    Simbólicamente esta película trata de mostrarnos cómo cada uno, en su mundo, tiene sus propias locuras, aunque no se sea consciente de ello. Los catalogados como “locos” son honestos con su locura, la aceptan, hablan de ella, la comparten, en este sentido son más puros, honestos y llenos de amor que aquellos que esconden sus “locuras” bajo un halo de normalidad y razón.

    Id a verla, no os la perdáis, la clave está en que los locos son menos locos que los cuerdos porque aceptan su locura, son conscientes de ella y eso les permite trascenderla e integrarla en su vida; mientras que los cuerdos son los que viven encerrados en sus propias pequeñas locuras que, sin saberlo, les alejan de la libertad y el amor.

    Un última cuestión, ver películas e ir al CINE son dos cosas diferentes. El coste de una entrada es el mismo que el de tres cervezas. Una película son dos horas de placer, más el posterior disfrute hablando y reflexionando sobre la película, tres cervezas ¿cuánto duran? No digo que el cine no sea caro, digo que otras cosas también lo son y, sin embargo, las pagamos gustosamente sin planteárnoslo.
    Un saludo.

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Justin y la espada del valor

Película de 90 minutos de duración. Recomendable para niños y niñas a partir de los diez años, ya que la temática tiene que ver con cuestiones de valores más que con el divertimento.

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    Análisis de José Antonio Sande
    La clave para disfrutar la película con conciencia es el planteamiento dual en torno al personaje Justin, que en la película es la referencia a la Justicia. El abuelo de Justin había sido el mejor caballero del reino, un hombre de acción, mientras que el padre de Justin es el mejor abogado del reino, un hombre de palabras. La dicotomía entre la espada y la pluma, entre la pasión y la razón, son el hilo conductor a través del que se cuenta la historia.

    La pérdida del equilibrio entre corazón y mente lleva a la pérdida de la “verdad”, y solo Justin, unificación de ambos aspectos por parte de abuelo y padre, puede encontrar esa verdad que todos han perdido. En el camino se encontrará con esa pasión en forma de una camarera y una mente aparentemente perturbada en forma de de mago, que le ayudarán a completar las cualidades necesarias para cumplir su misión.

    Comentar estos aspectos con los niños tras la película les puede servir para desarrollar la mirada simbólica y comprender mejor el mensaje. El CINE puede ser una gran experiencia de aprendizaje en valores.

    Una frase de cine: “Ningún gran artista ve las cosas como son en realidad; si lo hiciera dejaría de ser artista.” Oscard Wilde.

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¡Rompe Ralph!

Película del año 2012 y de 101 minutos de duración.
El trasfondo de esta película, la mirada simbólica que sobre ella se puede realizar, tiene que ver con el hecho de que la vida es una dualidad constante. Cada parte necesita a su opuesta complementaria para poder seguir existiendo.

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    Análisis de José Antonio Sande
    No se trata solo de una película de y para niños, ya que estas películas suelen tener una lectura adulta y profunda. Se trata de un personaje de un videojuego que, cansado de ser el malo y de que nadie le quiera, decide salir del videojuego en busca de otra vida, pero… ¿qué sucede cuando el malo se va? que el bueno no tiene razón de existencia, ya que sin su opuesto (y complementario) él pierde el sentido de su personaje y no puede seguir jugando.

    El “malo” busca nuevos horizontes en otros videojuegos y no se da cuenta que su renuncia a ser “el malo” deja un hueco en el sistema que no puede ser cubierto por nadie más. Él es esa pieza en ese puzzle, y si decide cambiar de puzzle, aquel que abandona siempre quedará incompleto. La consecuencia es que el sistema comienza a desmoronarse, ya que todos los personajes del videojuego cumplen una misión y, al faltar él, ya todo pierde su sentido y desaparece.

    La enseñanza de esta película nos pone delante la necesidad de aceptar a todos y cada uno de los elementos de un sistema, sea familia, empresa, equipo… ya que cada uno cumple su misión y ninguno es mejor o peor que el otro, tan necesarios son “los buenos” como “los malos”, porque, entre todos, cumplen su misión de mantener el equilibrio dual del sistema.

    Os recomiendo ver esta película solos o con vuestros hijos. Eso sí, en el cine, porque una cosa es ver películas y otra muy diferente es ir al CINE.

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El hombre de acero

Película de 2 horas y 23 minutos de duración, con Henry Cavill, Amy Adams, Russell Crowe, Michael Shannon, Kevin Costner, Laurence Fishburne, Diane Lane...

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    Análisis de José Antonio Sande
    Aunque pueda parecer más de lo mismo, la mirada simbólica nos da la clave para entender a Superman de una manera diferente. En Kriptón es el primer niño nacido de manera natural después de siglos de fabricación de seres programados, además, su padre en Kripton (Russell Crowe), le inserta toda la información genética de todos los pobladores de su planeta. Estas dos circunstancias no solo le hacen el único ser nacido libre en su mundo, sino que además, al tener toda la información genética de todos los pobladores, dispone de todas las posibilidades y opciones dentro de sí para desarrollarlas. En el planeta Tierra, su padre (Kevin Kostner), le enseña a elegir entre el bien y el mal.

    Los dones, que cada uno de sus padres le otorgan, son la base simbólica y ética de la película. Es importante atender a la figura del General Zod (Michael Shannon), ya que aunque parece encarnar el mal, en un momento de la película se revela como aquel cuyo destino está programado y no puede dejar de cumplir.

    Ese es el mensaje profundo de la película, el enfrentamiento entre aquellos que están programados y no pueden elegir su destino y quien posee en su ser todas las opciones y es libre de elegir hacia donde inclinar su vida. Una vez más el CINE refleja la vida a unos niveles verdaderamente geniales, solo hay que saber entenderlo.

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Aviones

Película de animación de 1 hora y 32 minutos de duración.
Tema clave: la autosuperación, la asertividad y la capacidad de no hacer caso al “qué dirán” y al “qué pensarán”.

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    Análisis de José Antonio Sande
    Un avión fumigador se plantea participar en la carrera de aviones más famosa y dura del mundo. Poco a poco, superando obstáculos internos y externos, va avanzando en el camino para conseguir su objetivo. Las críticas de los que le desprecian, los malos augurios de los pesimistas, los desprecios de los envidiosos y sus propios miedos interiores son obstáculos que tiene que ir superando para alcanzar su sueño.

    Se puede aprovechar la película para enseñar a los niños que todos esos aspectos, personales y sociales, que hacen que las personas sientan que “no es posible”, no son más que miedos que la sociedad crea, la familia inculca o los demás tratan de poner en el camino de la autorrealización y de la consecución de los propios sueños.

    Quizás algún adulto también tome conciencia de su forma “negativa” de ser al verse identificado con alguno de los personajes.

    El CINE, incluso el de ocio, como herramienta educativa para los niños, es de gran importancia. No perdamos la oportunidad de ir al cine, compartirlo con nuestros hijos y hablar de la película después de verla. Nada que ver con la televisión.

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Tierra prometida

Película de 1 hora y 46 minutos de duración, protagonizada por Matt Damon, Frances McDormand.

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    Análisis de José Antonio Sande
    La mirada simbólica sobre esta película nos acerca a un planteamiento ético sobre el trabajo, las acciones y los resultados. A lo largo de la película no hay un claro planteamiento ético, más bien se muestra a personas cuya filosofía de vida busca el bien individual o el bien colectivo, lo material o lo humano, poniendo en tela de juicio la conciencia no solo de la empresa que quiere comprar el pueblo sino también la de las personas individuales que desean o no vender.

    La maestra, el viejo profesor, Matt Damon y su compañera se enfrentan a la vida desde lugares totalmente diferentes, pero solo uno puede llevar a la solución. La verdadera respuesta, la clave para entender la película, está en el encuentro entre Matt Damon y la niña que vende limonada. No dejéis pasar esa escena, es conmovedora.

    EL CINE nos ayuda a tomar conciencia de nuestras limitaciones porque actúa como un espejo en el que ver reflejada nuestra vida. Esta película es ejemplo de ello. Y recordad que ir al cine y ver una película no es lo mismo. Lo primero es siempre enriquecedor, lo segundo… Un saludo.

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Buscando a Nemo

Película del año 2003, de 1 hora 49 minutos de duración.
Una película de lo más recomendable para niños y, sobre todo, para adultos.

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    Análisis de José Antonio Sande
    No solo se trata de la aventura de Nemo, sino que, en realidad, el verdadero protagonista es Martin, su padre. Os explico por qué. Al principio Martin es un pez valiente, con una vida feliz, luego vive un trauma y se convierte en un pez temeroso que sobreprotege permanentemente a su hijo Nemo, proyectando sobre él sus miedos y no permitiéndole crecer y aprender. Cuando Nemo “se pierde”, Martin tiene que iniciar un viaje, en realidad un viaje iniciático, que le devolverá el valor y una visión de la realidad menos dramática. Ese viaje, en el que vive diferentes aventuras y se encuentra con personajes varios, le hace cambiar en lo profundo de su ser y superar aquel trauma, recuperando el valor y ganando confianza en sí mismo y en su hijo.

    Si la veis teniendo en cuenta esta clave, extraeréis la enseñanza de esta película.

    Es importante aprender a ver el cine no solo como ocio sino como un medio de aprendizaje e incluso de terapia. La cineterapia existe hace años y algunos terapeutas la empleamos en nuestro trabajo. El CINE, el buen cine, no tiene desperdicio. Un saludo.